martes, 27 de noviembre de 2012



 Las reinas de belleza se enredan en amores fatales con los narcos

 

                       La modelo.    El día que murió María Susana Flores acompañaba a  su novio, un  presunto  sicario.

María Susana Flores Gámez probablemente soñaba con una corona, la de piedras preciosas que adorna a Miss Universo. Pero su corta carrera terminó de manera trágica. El amor, un narcotraficante y una bala se interpusieron entre ella y su sueño. María Susana había nacido hace 22 años en Guamúchil, Sinaloa. Su 1,70 metros de belleza ya le habían dado el cetro de Modelo Sinaloa 2009 y, en febrero pasado, el de Mujer Sinaloa 2012. Este le daba opción a participar en el certamen de Miss México. Pero María Susana se enamoró de un sicario del cartel de Sinaloa. Y, como una Bonnie y un Clyde sin glamour, perdieron la vida este fin de semana, al enfrentarse a una patrulla del Ejército mexicano en los municipios de Mocorito y Salvador Alvarado. El cartel de Sinaloa está liderado por el capo Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, el narcotraficante más poderoso de México, según la Fiscalía de este país. Marco Antonio Higuera Gómez, el procurador general de Sinaloa, dijo que “indiscutiblemente (ella) andaba dentro del grupo de los delincuentes que se enfrentaron con elementos del Ejército”. “No es que fuera pasando por el lugar: es que iba en uno de los vehículos de los delincuentes. Tampoco fue fuego cruzado”, agregó el Fiscal, que no descartó que la modelo hubiera disparado durante el tiroteo, pues a menos de un metro de su cuerpo sin vida fue hallado un fusil AK-47. “La joven murió por un ‘shock’ hipovolémico (pérdida de sangre), causado por las heridas de proyectiles de arma de fuego”, detalló. Fueron el abuelo y una tía quienes identificaron el cadáver de la joven, caída junto a una camioneta blindada y medio centenar de casquillos de bala. Persecución de película Según el informe oficial, el enfrentamiento entre los narcos y una patrulla de soldados comenzó en la comunidad de El Progreso y dio lugar a una persecución que continuaría durante 1½ ki-lómetros, hasta la localidad de Caitime. En el combate murieron cuatro civiles, entre ellos la reina, y un miembro del Ejército. En Caitime fueron detenidos cuatro supuestos narcotraficantes que confirmaron que Miss Sinaloa estaba con su novio, uno de los sicarios muertos. “Se trató de un enfrentamiento y después de una persecución. Luego se ubica la casa de seguridad, donde es muy probable que estuviera esta persona (Susana Flores), que murió en la refriega”, relató Higuera. A este grupo armado se lo vincula con Iván Gastélum, ‘El Cholo Iván’ o ‘El Cholo Vago’, jefe de sicarios del cartel de Sinaloa en la región del Évora. Gastélum se fugó del penal de Aguaruto en agosto del 2009, durante una fiesta que organizó en uno de los módulos de la cárcel. A María Susana Flores, que estudiaba Comunicación, su paso por los concursos de belleza le habían reportado 11 000 pesos (850 dólares) en efectivo, vestuario, varios teléfonos móviles, vales de compra y un tratamiento de belleza. La dirección de Nuestra Belleza Sinaloa, otro certamen en el que también había participado, expresó“su sentido pésame por el fallecimiento de María Susana, una joven hermosa, alegre y con un gran futuro por delante. Descansa en paz, Susy, y que Dios te tenga en su santa gloria”. Otras bellezas involucradas No es la primera ‘miss’ a la que se vincula con los carteles mexicanos. Laura Elena Zúñiga, miss Sinaloa 2008, fue detenida en diciembre de ese año cuando viajaba con presuntos narcotraficantes en un vehículo. En el auto se amontonaban las armas y los fajos de billetes. Un año más tarde, era exculpada por falta de pruebas. A los capos mexicanos no solo les atraen las bellezas nacionales, sino también las extranjeras. Así, la venezolana Alicia Machado, que fue Miss Universo, fue relacionada con el narcotraficante Gerardo Álvarez Vázquez, ‘El Indio’. Y la colombiana Juliana Sossa Toro, miss Antioquia 2008, fue detenida en una lujosa casa de campo junto a su novio, José Jorge Balderas Garza, ‘El JJ’. “Estos nexos entre narcos y bellezas y, en general, entre bellezas y poder económico, político o criminal, son permanentes. Aquí las jóvenes son acechadas por los criminales en las escuelas, en la calle”, declaró a la prensa el escritor Javier Valdez, autor del libro ‘Miss Narco’. “Esta seducción y atracción a veces mutua es permanente. (Ellos) las ven como trofeos, como objetos, como muebles de los que hay que presumir. (Ellas) quieren poder, riquezas, privilegios y las mieles de la criminalidad”, señaló Valdez. El asunto dio argumento hasta para hacer una película, ‘Miss Bala’, la más popular del año pasado en México. En ella se cuenta la historia de una joven que sueña con participar en un concurso de belleza y acaba formando parte del crimen organizado. ‘Miss Bala’ termina bien. El sueño de María Susana Flores Gámez, en cambio, no tuvo un final feliz. Ellas son un aderezo de prestigio para los capos mexicanos Las reinas de la belleza y las modelos atraídas por el dinero y poder de los narcotraficantes, a menudo corren la misma suerte trágica de sus novios, como ocurrió en México con María Susana Flores ‘Mujer Sinaloa 2012’, muerta en un enfrentamiento con militares. Flores acompañaba a su novio, que al parecer trabajaba para el cartel de Sinaloa del capo Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. El informe de los militares a la Fiscalía asegura que Flores salió del auto fusil en mano pero que pudo ser usada como un escudo por sus acompañantes. El reporte “no dice si disparó, nada más que la usaron como una especie de escudo humano”, dijo a la AFP una fuente de la Fiscalía. Culiacán, capital de Sinaloa, presume de mujeres hermosas y de carácter recio y algunas de ellas han terminado relacionadas con narcotraficantes, que las llenan de ropas de diseñador, zapatos de tacos altos y uñas adornadas con diamantes. Los narcotraficantes “siempre se quieren hacer acompañar por mujeres hermosas” y las transforman a su gusto con onerosas cirugías plásticas, comentó a la AFP Elmer Mendoza, oriundo de Sinaloa y autor de varias novelas que retratan el mundo de los narcotraficantes. El propio ‘El Chapo’ Guzmán, prófugo de la justicia, se casó con una de ellas: Emma Coronel, reina de la Feria del Café y la Guayaba, que se realiza en el poblado de Canelas, estado de Durango. Coronel tenía 18 años cuando contrajo matrimonio con el capo, en 2007, y en septiembre tuvo gemelos que nacieron en un hospital de Los Ángeles. Las historias sobre relaciones entre las bellas sinaloenses y el crimen se remontan a los años sesenta, cuando Kenya Kemmermand Bastidas, ‘Señorita Sinaloa 1958’, se casó con Vittorio Giancana, el sobrino del capo de la mafia ítalo-estadounidense Sam Giancana. En 1990, Rocío del Carmen Lizárraga de 17 años y reina del Carnaval de Mazatlán fue raptada por su enamorado, Francisco Arellano, para evitar que se casara con un rival. Tres años más tarde Arellano fue apresado y enviado al penal de máxima seguridad de La Palma como uno de los miembros de un poderoso clan familiar vinculado al narcotráfico. Para José Carlos Ceniceros, coautor del libro ‘Las jefas del narco’, publicado en 2012, el mundo del narcotráfico ejerce un poderoso atractivo sobre jóvenes sin muchas oportunidades, a pesar de sus riesgos. “No solo se trata de dinero, también de poder. Hay mujeres en el sicariato, por ejemplo, que quizá no son tan bellas como las ‘mises’”, señala Ceniceros. Culiacán,AFP Más casos Tras el tiroteo en el que murió la Mujer Sinaloa 2012, el Ejército mexicano decomisó siete fusiles AK-47, un lanzagranadas, una pistola, dos granadas, un fusil calibre 40 mm y 1 000 cartuchos. En diciembre del 2008, Laura Zúñiga, con el título de Nuestra Belleza Sinaloa 2008, fue detenida por la Policía de Jalisco junto con siete presuntos miembros del cartel de Juárez, a quienes se les decomisó un arsenal. Francisco Arellano Félix, miembro de la familia que fundó el cartel Tijuana, raptó en 1990 a Carmen Lizárraga Lizárraga, reina del Carnaval de Mazatlán. El año pasado, Juliana Sossa, modelo colombiana y quien participó en el certamen Antioquia 2008, fue detenida con José Balderas, un narcotraficante. AFP

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